lunes, 20 de enero de 2014

DEBE HABER UN POEMA QUE HABLE DE TI...


…y después de las vacaciones de Navidad, el primer día invita a entrar al bancalico, saludarlo y contemplarlo. Entre saludos y saludos, pasos y palabras que gritan en silencio, los versos de Eduardo Chirinos se confunden y abrazan y regalan al verdor y hermosura que contemplan.

A nuestro Bancalico,…

Debe haber un poema que hable de ti,
un poema que habite algún espacio donde pueda hablarte sin
cerrar los ojos,
sin llegar necesariamente a la tristeza. 

Debe haber un poema que hable de ti y de mi. 
Un poema intenso, como el mar,
azul y reposado en las mañanas, oscuro y erizado por las noches 
irrespetuoso en el orden de las cosas, como el mar 
que cobija a los peces y cobija también a las estrellas. 
Deseo para ti el sencillo equilibrio del mar, su profundidad y su
silencio, 
su inmensidad y su belleza.

Para ti un poema transparente, sin palabras difíciles que no
puedas entender,
un poema silencioso que recuerdes sin esfuerzo 
y sea tierno y frágil como la flor que no me atreví a enredar
alguna vez en tu cabello. 
Pero qué difícil es la flor si apenas la separamos del tallo dura
apenas unas horas, 
qué difícil es el mar si apenas le tocamos se marcha lentamente
y vuelve al rato con inesperada furia. 
No, no quiero eso para ti.
Quiero un poema que golpee tu almohada en horas de la noche, 
un poema donde pueda hallarte dormida, sin memoria, 
sin pasado posible que te altere.

Desde que te conozco voy en busca de ese poema, 
ya es de noche. Los relojes se detienen cansados en su marcha, 
la música se suspende en un hilo donde cuelga tristemente tu 
recuerdo.

Ahora pienso en ti y pienso 
que después de todo conocerte no ha sido tan difícil como escribir 
este poema.

Fragmentos de una alabanza inconclusa

Poemas de Eduardo Chirinos.


PASEO DE SILENCIOS


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