miércoles, 29 de junio de 2016

EL ALBARICOQUERO

Para saber más 



El albaricoquero





DEL ALBARICOQUERO, LOS ALBARICOQUES


El albaricoque cuyo nombre científico es Pronus armeriaca y que en latín significa “precioso”. es el fruto del albaricoquero. El albaricoquero tiene su  origen en las zonas templadas de Asia y se tiene constancia de que las primeras variedades salvajes de este árbol se encontraron hacia el año 3.000 a. C, en China. Fueron los romanos quienes, movidos por la ambición de expansión de su imperio y el conocimiento de rutas comerciales por Asia, lo introdujeron en Europa



El albaricoquero es propio de los climas templados y más concretamente, en España la zona que muestra un mejor clima para el cultivo de este frutal, son las regiones situadas junto al Mar Mediterráneo.  Nuestra Región de Murcia es lugar privilegiado en el cultivo de albaricoques, que también los conocemos con otros nombres coloquiales o localismos como por ejemplo: "albercoque" o "bercoque". En nuestro municipio de Molina de Segura, desde bastantes años, se han venido cultivando los, llamados también, “abercoques” y han tenido un gran protagonismo. Coincidiendo con el auge de la industria conservera, fue notable fruto estrella en la elaboración de conservas de albaricoque en almíbar y mermelada de albaricoque. En la actualidad, es bastante la superficie de tierras destinadas al albaricoque y destacan las variedades tempranas que surten de este preciado y dulce fruto, al comienzo de la primavera, a los mercados de fruta fresca.

Es un árbol de hoja caduca que en su estado adulto puede medir entre 3 y 4 metros de altura. Posee un tronco robusto, abundantes ramas y una figura redondeada y bastante amplia que proporciona abundantes frutos. Es resistente a la sequía y sensible a las heladas, sobre todo cuando se producen en primavera y se aprecian los incipientes albaricoques.


La floración del albaricoquero es precoz, generalmente, se produce al principio de la primavera. Las abundantes ramas del albaricoquero se visten de cuantiosas flores que crecen en cada yema de sus múltiples ramas. Las flores tienen un cáliz rojizo y sus pétalos son blancos o rosáceos. Aspecto que los embellece con excesiva elegancia.

El fruto del albaricoque debe ser recogido en plena madurez ya que de lo contrario la pulpa no desarrolla su sabor dulce y el fruto se convierte incomestible para el consumidor.
Se trata de un fruto carnoso y forma globosa, generalmente, amarillo y muy sabroso. Está recubierto por una piel fina, más o menos anaranjada que se tiñe de rojo en la parte que recibe más horas de sol al día. La pulpa del albaricoque posee un toque perfumado y puede estar más o menos adherida al hueso, que contiene una semilla.


En nuestra Región de Murcia, el albaricoquero se puede encontrar distribuido por las distintas comarcas. Debido a que cada comarca posee unas características climáticas es por lo que en cada una de ellas podemos encontrar variedades diferentes de albaricoques. Destacamos la variedad 'moniquí' y los llamados 'de clase' que se cultivan en el municipio de Cieza y Abarán, las variedades 'mauricio' y 'valenciano' se extienden por la Vega Media, la variedad 'real fino' se localiza en la comarca del Río Mula y los 'bulida' que los podemos encontrar en cualquier comarca murciana.

El albaricoque posee grandes beneficios para nuestra salud. Posee un bajo nivel de calorías contiene vitaminas A y C y además, aporta a la dieta potasio, fósforo, calcio y un gran contenido en fibra. Se considera como adecuado para mejorar la visión nocturna. Es eficaz contra la anemia, previene el raquitismo, mejora los intestinos y ayuda al insomnio. Es recomendado para afecciones de la piel y del sistema respiratorio y estimula el crecimiento infantil. El consumo de albaricoques ayuda a combatir el estreñimiento por su poder laxante.

En nuestro municipio de Molina de Segura, a lo largo de los años, los albaricoques han sido un excelente y bien preciado fruto que, además, se ha utilizado para conservarlo para épocas invernales. Principalmente, los albaricoques se han podido comer fuera de temporada en:

1.      Albaricoques en almíbar: Consiste en meter en un recipiente (bote de hojalata, cristal…) albaricoques deshuesados y sumergidos en almíbar.



2.      Mermeladas: Se realiza cociendo en agua y azúcar albaricoques bien maduros y troceados. Posteriormente, son introducirlos en recipientes de cristal.


3.      Orejones: Consiste en deshidratar los albaricoques, es decir, quitar toda el agua que contienen y guardarlos hasta consumirlos.






martes, 28 de junio de 2016

RECETAS

Una receta para… ¡Cebolla!

Hamburguesa olímpica


Marcos  6º B

Ingredientes






·        Pan de pueblo

·        Carne picada de cerdo
·        Pepinillos en vinagre
·        Tómate
·        Lechuga
·        Ketchup, mahonesa, mostaza…
·        Aceite de oliva
·        Sal
·        Nuestras maravillosas cebollas ecológicas del “ bancalico del Cervantes “

Elaboración

·        Cortamos en láminas la lechuga, los tomátes a rodajas y la cebolla en aritos.

·        Con la carne picada formamos una masa plana para hacer la hamburguesa, que la sofreiremos con unas gotas de aceite de oliva y una pizca de sal, que más tarde la montaremos sobre el pan que tenemos ya preparado.
·        Solo nos queda agregar los ingredientes y echarle al gusto de cada cual, ketchup, mostaza y mahonesa.





¡Atención!
Aunque ya sabemos todos que esta receta tiene muchas calorías, también lleva ingredientes muy sanos y de vez en cuando por qué no darnos un homenaje con una hamburguesa.

¡Espero que les haya gustado esta receta rápida y que gusta mucho a los niños… y a nuestros atletas olímpicos!


Una receta para
¡Habas!

Arroz con habas



Daniela infantil 4 años

Ingredientes




·        Arroz integral
·        Tomate frito
·        Habas del bancalico
·        Alcachofas
·        Ajos
·        Aceite
·        Sal
·        Agua


Elaboración

·        Se pelan las habas y se apartan en un bol.




·        Se fríen todas las verduras juntas hasta que estén un poco hechas. (las habas, las alcachofas y los ajos)

·        Se pone agua en una olla con agua y sal y cuando empiece a hervir se añade el arroz , el tomate y el resto de verduras hasta que se haga el arroz (aproximadamente 30 minutos)




Queda… ¡comer, comer y comerrrr!

domingo, 26 de junio de 2016

EL LADRÓN DE ALBARICOQUES




Cuento


El ladrón de albaricoques



EL LADRÓN DE ALBARICOQUES



En las afueras de un pueblo vivía una pobre viuda que tenía un solo hijo. Ella le había educado en el respeto a los ancianos y a las costumbres de su pueblo. Madre e hijo vivían de lo que producía el pequeño huerto, que cultivaban con sus propias manos  y con mucho cariño.

En medio de aquel huerto había un hermosísimo albaricoquero muy viejo. Sus frutos tenían un sabor exquisito, con aromas de sol y miel. Su tierna pulpa se deshacía al contacto con los dientes, liberando un delicado y fragante jugo que llenaba la boca de dulzor. Madre e hijo vendían dichos albaricoques, llamados «los senos de Semíramis», a personas ricas que pagaban por ellos sus buenos dineros.

Un vecino, envidioso, había propuesto en varias ocasiones a la viuda, comprarle el huerto, pero ella siempre había rehusado. Irritado, el hombre se propuso obligarla al venderlo. Cada noche saltaba la tapia que les separaba, se subía al árbol y cogía gran cantidad de albaricoques, de tal manera que, al día siguiente, madre hijo no lograban recolectar los frutos necesarios para venderlos y cumplir con los pedidos de sus ricos clientes. Así, poco a poco, aquellas personas ricas se fueron desinteresándose y terminaron por comprarle a otro vendedor, al vecino envidioso
.
Con el paso del tiempo, la situación económica para la familia empeoró. Entonces la madre fue a suplicar a su malvado vecino que no les arrebatase sus albaricoques, pues la venta de los mismos les daba de comer. La única respuesta que recibió fue:

   -Bueno, si lo que necesitáis es dinero, aceptad mi oferta y vendedme el huerto.

Por momentos,  el hijo tuvo la terrible tentación de insultar y golpear a su vecino, pero afortunadamente su buen juicio le ayudó a entrar en razón y se contuvo:

-«Bah, no quiero lastimar a nadie por un puñado de albaricoques», se dijo. «Es verdad que mi madre y yo vivimos gracias a ellos, pero, en fin, buscaré en qué trabajar para ganar dinero. Mañana mismo iré a la ciudad a ofrecer mis servicios como porteador».

Aquella misma noche, después de que madre e hijo hubiesen cenado bien poco y  cuando ya se disponían de acostarse, llamaron a la puerta. Fue a abrir el hijo y se encontró ante un joven de aspecto majestuoso.   

   -Soy un viajero que se ha perdido —dijo el desconocido—. Tengo hambre y frío. ¿Podéis darme hospitalidad por esta noche? Partiré mañana por la mañana a primera hora.

El hijo hizo entrar al misterioso desconocido con todos los honores. La madre, obedeciendo a las sagradas leyes de hospitalidad, le ofreció lo mejor que tenía y abrió para él su última botella de vino, único vestigio de un pasado más próspero y feliz.

El hombre comió con apetito y después hizo saber a sus anfitriones que le agradaría comer alguna fruta.

   -¡Ay! —Respondió el hijo—, no podemos satisfacer vuestro deseo. Un malvado y envidioso vecino roba los dulces albaricoques de nuestro huerto. Y le contó el robo diario de los albaricoques por parte de su vecino. Y añadió:

-Sepa buen señor que no me faltan ganas de deshacerme de ese malvado. Me gustaría sorprenderle robándonos y acabar con él. Pero cuando reflexiono y tomo conciencia de que la vida es un bien sagrado, rehusó de mis pensamientos y no quiero hacer daño por un simple cesto de albaricoques.

   -Vuestros sentimientos os honran y te hacen bueno—dijo el desconocido—. Pero le diré algo, yo castigaré a ese ladrón sin que tenga que pagar con su vida.

Pidió que lo llevaran junto al albaricoquero centenario, lo tocó con la mano y aseguró al muchacho que aquél que se subiera al árbol sin autorización quedaría atrapado por sus ramas y no podría bajar.

A la noche siguiente, como siempre, el ladrón se subió al albaricoquero y comenzó a coger los frutos más hermosos y maduros que había. Pero cuando quiso bajar, todos sus esfuerzos resultaron inútiles. Quedó atrapado en el árbol.

A la mañana siguiente, madre e hijo oyeron grandes ruidos en el huerto y corrieron hacia allí.  Muchos vecinos habían acudido y contemplaban al malvado vecino que estaba atrapado entre las ramas del albaricoquero. Cuanto más se agitaba más atrapado quedaba en el árbol. Mientras tanto, todos reían y se mofaban de él. Al fin, mandaron a buscar al juez. Antes de quedar liberado del árbol, el vecino ladrón de albaricoques reconoció públicamente y ante le juez, el delito y se ofreció a pagar todos los albaricoques robados.

Madre e hijo escucharon sus ruegos y le permitieron, por fin, bajar del árbol.

Fin
Cuento anónimo (Armenia). Adaptación





sábado, 25 de junio de 2016

ANTOLOGÍA

Creación literaria


La poesía



Durante este curso escolar, la  semana cultural ha estado dedicada a nuestra Región de Murcia. Como no podía ser menos, nuestra huerta ha sido la principal protagonista. Al mismo tiempo, ha sido objeto de admiración y, también, de respeto a todo lo que encierra la cultura de nuestra huerta tradicional por parte de nuestro alumnado. Fruto de ello es la Antología poética “Tributo a la huerta”


“Tributo a la huerta”



martes, 21 de junio de 2016

RECETAS

Una receta para… ¡Escarola!

Croquetas de escarola


Álvaro  2º A

Ingredientes




·        1/2 Escarola de nuestro huerto ecológico
·        2 Huevos
·        6 cucharadas soperas de harina
·        1 Sobre levadura
·        Sal
·        Cúrcuma
·        Comino molido

Elaboración

·        Cortar la escarola muy fina y el ajo también muy picado, ponerlo en un cuenco.


·        Batir los huevos, agregarlo a la escarola.


·         Añadir la levadura, la sal, la cúrcuma y el comino y mezclará bien.
·        Incorporar harina poco a poco mientras lo vamos mezclando con ayuda de una cuchara (la mezcla tiene que quedar que se pueda coger con una cuchara, que no esté muy espesa.                                        
·         Poner una sartén al fuego con aceite abundante y cuando este caliente depositar cucharadas de esta masa en la sartén y freír, dando la vuelta a las mismas. Retirarlas y poner sobre un papel absorbente.





¡Este es el resultado!



Una receta para… ¡Lechuga!

Ensalada murciana


Imán   4º A

Ingredientes


·        1 lechuga del bancalico del Cervantes
·        4 tomates rojos
·        1 cebolla tierna
·        1 KG de patatas
·        3 latas de atún aceite de oliva
·        3 huevos duros.
·        Aceitunas
·        aceite de oliva
·        Sal



Elaboración


·        En primer lugar lavamos las patatas y las ponemos a cocer en agua con sal, y cuanto estén tiernas las dejamos enfriar.

·        Mientras en una ensaladera ponemos la lechuga lavada y cortada a trocitos, los tomates, y la cebolla troceadita, el atún desmigado, añadimos las patatas ya frías peladas y cortaditas a cuadraditos.

·        Regamos con un buen chorro de aceite de oliva, ponemos sal, mezclamos muy bien y metemos al fresco hasta el momento de servir





¡Espero que os guste mí ensalada!

domingo, 19 de junio de 2016

COSECHA PATATAS

Ajos, zanahorias y cosecha de patatas



Alumnado 1º B



Sobre lo escrito




Sobre la vieja mesa,  que durante tantos años vio tanta hambre aliviar, descansa un plato raspado y deslucido, un triste cuchillo y una botella de vino acompañada de su fiel vaso, no menos desgastado y deslucido que el plato.

Junto al rescoldo de la maltrecha chimenea, dos patatas con su piel dorada por el calor, esperan dar alivio al hambre del tío José y la tía Francisca.

-¡Francisca, saca las patatas o se quemarán! –manda el tío José.

Sobre el plato raspado y deslucido se muestran dos patatas abiertas como la tierra misma que las vio nacer. Mientras, las manos gozosas del tío José reparten sal y pimienta sobre ellas.
 “De vida y recuerdos”



Recolectores de patatas (Max-Liebermann)

Día completo en el bancalico. Un paseo para comenzar y dejar que los alumnos y alumnas capten todo a su alrededor. Después, buscamos dónde poder encontrar patatas. Pronto descubren dónde están. Los caballones de las patatas que se muestran elegantes en nuestro huerto, les revelan de manera voluntaria que están allí.

Descubierto el lugar, es momento de hacerse con la vieja azada y comenzar la faena. El grupo de niños y niñas a un lado y al otro, la azada cortando la tierra en tormos apretados que esconden las patatas. Algunas de ellas, se resisten a soltarse de la “madre” planta. Mientras, los niños y niñas, gozan del momento y de la satisfacción por descubrir lo nuevo.  Son sus manos las que, como si del mejor de los tesoros se tratara, con esmero y placer limpian de tierra para luego, llevarlas a clase. Quedamos a la espera de saber quién las comió y que nos cuente.

Acabadas las patatas, nos esperan las pequeñas zanahorias. Tras salir de la tierra, su perfume es inconfundible. A los niños y niñas les enamoran. Su color, su forma, su perfume y sobre todo… ¡su sabor! No se resisten a ello, y rápidamente, corren a la fuente de agua para lavarlas y comerlas. ¿Cómo están?... ¡riquísimas!


Querido huerto, hasta el próximo curso.



Ahora pienso en ti




Debe haber un poema que hable de ti


un poema que habite un espacio


donde pueda hablarte sin cerrar los ojos


sin llegar necesariamente a la tristeza


Desde que te conozco voy en busca de ese poema


Ahora pienso en ti y pienso


que después de todo conocerte


no ha sido tan díficil


como escribir este poema


La música se suspende en un hilo


donde cuelga tristemente tu recuerdo


Suspendidos en tu recuerdo