domingo, 11 de septiembre de 2016

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Bienhechor bancalico para renacerte y rehacerte






Sobre lo escrito




Cuando las sacras selvas y aun Dodona
como olvidadas del usual retoño
negaban la bellota y el madroño.
Con afán luego cultivóse el trigo
sin lo cual el anublo su enemigo
pronto lo devorara
y de abrojos el campo se erizara.
¿Qué digo? Desfallecen
las cosechas, sucumben, desparecen,
la mala yerba llega
y la plantada ciega;
y en medio de las anchas
deslumbrantes, espléndidas cosechas,
vence de avena estéril tristes manchas

Fragmento Libro primero Las Geórgicas (Virgilio)



Contemplad cultivos y cosechas de tomates, pimientos y berenjenas que rechinan con fervor sobre la abrasadora y estremecedora tierra que un sol feroz e indómito incendia el corazón del estío. 








Contemplad alborozadores frutos que tocan el suelo con rojos, verdes, amarillos y morados colores que vuelan hasta al cielo para agradecer al sol su vehemente fuego.









Contemplad cómo aprovecha el otoño la debilidad de la luz del cielo para agotar y olvidar los cuidados de la vida. 














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