martes, 7 de febrero de 2017

PLANTACIÓN ÁRBOLES

Rincón de experimentos
21. Plantación árboles a raíz desnuda





El manzano en la colina de Chantesmesle (Monet)

Almendro en flor (Van Gogh)

Ciruelos en flor (Van Gogh)


¿Qué pretendemos?

Con la plantación de árboles en invierno pretendemos introducir al alumnado en una práctica que desde muchos años se ha venido haciendo en huertos y campos. En nuestra huerta de Molina de Segura, aún pervive este modo de dotar al suelo de nuevos árboles para deleite de sus frutos.


Igualmente, queremos hacer saber a nuestros alumnos y alumnas que en esta época de invierno los árboles frutales de hoja caduca han perdido todas sus hojas y no tienen vigor para desarrollarse y por tanto, están en reposo absoluto. Así pues, es durante este tiempo de inactividad vegetativa, el momento idóneo para realizar su trasplante al lugar definitivo.

Además, los árboles frutales son bien fáciles de manejar en la tarea de la plantación, su coste económico es bastante menor que cuando se compran en maceta y casi siempre, el agarre del árbol en la tierra está casi asegurado.




Materiales

·         Un ciruelo, un almendro y un manzano
·         Tijeras de podar
·         Humus de lombriz                   
·         Regaderas
·         Palas
·         Cañas                   
·         Hilo
·         Azada

 ¿Cómo lo hacemos?

Para la realización de la actividad seguimos algunos pasos:



1. Se realizan tres pozos profundos en el lugar elegido para plantar los árboles dentro de nuestro huerto de árboles frutales. Conforme se va cavando el pozo, vamos dejando al lado la tierra que sacamos.




2. Antes de meter el árbol dentro del pozo, comprobamos el estado de las raíces. Con ayuda de las tijeras de podar eliminamos las que estén podridas o alguna que sea excesivamente larga.




3. Introducimos el árbol a plantar dentro del hoyo y cuidando que el punto donde se injertó la variedad de árbol a plantar quede por encima del suelo del huerto.  



4. Los niños y niñas van rellenando el pozo. En el relleno los niños van mezclando la tierra sacada del suelo con el humus de lombriz. Cuando se lleva la mitad de relleno, se pisa la tierra para que quede bien compactada.




5. Una vez relleno el pozo con toda la tierra, el alumnado va regando de manera suave. Acabado el riego, la tierra alrededor del árbol desciendo, entonces, añadimos un poco más de tierra.



6. Con ayuda de la azada se hace un pequeño hoyo alrededor del tronco del árbol para que contenga el agua de las sucesivos riegos. Conviene durante algunos días regar para asegurarnos que las raíces mantienen su humedad en la profundidad del pozo.




7. Cogemos una caña recia y la clavamos junto al tronco de cada uno de los árboles, a modo de tutor. Con ayuda de hilo, hacemos tres fijaciones del tronco del árbol a la caña. Con ello conseguiremos que nuestros árboles frutales queden firmes y aguanten el posible vaivén o balanceo producido por los niños y niñas en el patio. Nos aseguramos, por tanto, que las raíces queden inmóviles y facilitamos su agarre a la tierra.



8. Finalmente, con ayuda de las tijeras de podar, cortamos las ramas más largas y damos forma conveniente a nuestros árboles.



Tras el experimento

El alumnado ha observado y comprobado:

1. Que en los meses de enero y febrero son idóneos para plantar árboles a raíz desnuda.



2. Los alumnos y alumnas experimentan que la tarea de plantación de árboles frutales es bien sencilla y además, muy divertida.


Conclusión
Nuestros alumnos y alumnas han tenido oportunidad de experimentar y tomar conciencia sobre la importancia de plantar árboles y poder aprovecharlos como cultivos y también, como una manera de crear y dar vida al entorno escolar.



Igualmente, comprenden el plantar árboles supone una acción natural que contribuye a la creación y renovación de espacios con los que habitualmente convivimos, lo que les lleva a  valorar la propia naturaleza, amarla y respetarla.



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